lunes, 14 de noviembre de 2011

Salvador Dalí sin valor adalid

(FRAGMENTO)

Haces bien en poner banderines de aviso
Federico García Lorca, Oda a Salvador Dalí

Cada uno tiene sus brújulas y sus barómetros, personalmente Dalí me ha servido siempre adivinar el rumbo de quienes lo juzgan. Cuando quiero entender de entrada a alguien que me presentan sin mayores referencias, me las arreglo para sacar a Dalí de algún cajón de diálogo. Si me dicen (sintetizo una opinión que puede durar diez minutos) : "es un estupendo hijo de mala madre", siento que hay contacto y que todo puede andar bien. Si en cambio la respuesta se corta por el lado de: "dejando aparte su pintura, es un ser moralmente despreciable", cierro el cajón y me despido lo antes posible porque está claro que ha tocado aguantar a un señor bien y pocas cosas me cuestan más que eso en la vida.  Aparente,mente las dos opiniones se parecen , puesto que ponen el acento (más bien el remache) en una calificación moral; pero hay que estar allí, percibir el tono y las resonancias de las dos opiniones para comprender cuánto se diferencian. Que Dalí sea un hijo de mala madre contiene un efeumismo que le cae por la cabeza (otro efeumismo) a una pobre señora catalana, cuando es él quien debería recibir el ladrillazo entre los bigotes-antenas (...)


Julio Cortázar, Último round (Tomo II), Siglo XXI, Madrid, 2009 (1969), pp. 214-219.

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